Y el sentimiento más doloroso para ella era el saber que después de tantos años de entrega y de amor incondicional él se veía con otra. Así, otra mujer que no era ella, alguien que solo se dedicaba a robarle a aquel hombre con el que había pasado tantos años de su vida, el jóven con el que una vez se casó y formó una familia ahora era un desconocido para ella. Ese dolor que se siente tan profundo en el pecho y el frio que te recorré todo el cuerpo lo sintió al saber que él -¡maldito él!- se veía con otra. ¿más jóven?, ¿más linda? -quizá- pero el hecho era ese, que él decidió dejarse seducir por otra mujer, sabiendo que en casa había una mujer, la misma que desde hacia veinticinco años lo esperaba, cuidaba, preparaba alimetnos y le era su más fiel esposa. El sentimiento que le aqueja es de los más grandes jamás sufridos. Sentirse engañada y lastimada.
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