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Mostrando entradas de octubre, 2009

Confesión

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  Quiero contarte un secreto. Algo que guardo muy dentro del pecho. Algo que no pude decirte cuando aún estabas aquí. Algo que me quema. Algo que me persigue. Porque tú ya no estás. Y tengo que soltar esto… aunque me destruya. Necesito aliviar mi carga. Olvidar —o al menos entender— todas mis penas. Sabes bien que hicimos muchas cosas juntos. Muchas. Y todas ellas, por la noche, me atormentan. Porque  yo te obligué a ir . Insistí en que fuéramos, aun cuando tú no querías. Yo lo sé. Yo lo recuerdo. Y es por eso que vengo hoy a confesarte la verdad. Para que sepas que  yo fui el culpable . Desde el principio. Yo lo planeé. Desde el momento en que te conocí, supe que te quería solo para mí. Ese día discutimos. Sabía que volverías, pero me preocupaba  con quién  lo harías. Discutimos —por tus amigos—. Sentía celos. Muchos. Te lo dije mil veces. Tú solo reías y murmurabas:  "no te preocupes..." Pero ¿cómo no hacerlo? Entonces lo planeé. Todo estaba listo. Solo f...

(Paréntesis)

Él sin asimilar aun lo que recién había sucedido, no paraba de sonreír, claro que todo había salido bien, extrañamente, no como lo había soñado, ni siquiera remotamente, pero el resultado fue positivo, y eso, en sí, ya era un logro. Ahora, mientras recorría esa gran ciudad. No dejaba de pensar en lo que sería su encuentro, o como le gustaba repetir, “su cita”, no sabía que esperar, que es lo que iba a decir, si es que saldría bien o no, a dónde irían después y por supuesto si su cita se convertiría en un número indeterminado de citas hasta que algo más surgiera. -¿Qué sucederá?- se preguntaba intrigado, aunque a cada paso, su mente ya distante solo repetía que el primer paso ya estaba dado y que solo debía esperar a que ese día llegara.

El ascensor (Tris)

Ésta tarde al entrar al ascensor justo antes de que la puerta se cerrara, ella entró -buenas tardes- saludó, él respondió el saludo con una sonrisa, y cuando el ascensor comenzó a descender el presionó el botón amarillo botón que detenía el ascensor, se miraron a los ojos y comenzaron a besarse apasionadamente... -¿No vas a presionar el botón?- pregunta ella desconcertada -Ah, si perdón, es que estaba pensando en unas cosas del trabajo, lo siento- dijo apenado. Bien dicho esto los dos presionaron el mismo botón, cruzándose así sus dedos. -Perdón- dijo ella tímidamente, quitando la mano -No, no hay cuidado- respondió con una sonrisa un tanto retraída. Ahora el ascensor descendía hacia la planta baja, entre tanto, él se dedicaba a observarla con detenimiento. Ella vestía un hermoso vestido azul y traía el cabello recogido como muy pocas veces lo hacía, pero cuando lo lleva así, como en esta ocasión, se veía de lo más hermosa. -Oye, disculpa, no sé qué tan seguido te digan esto o si por...

El acensor (Bis)

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—Espera, yo también bajo —dijo la voz de la espalda. Ella iba a entrar. Finalmente, la tendría frente a él, como tantas veces había soñado. — No estoy preparado  —pensó angustiado. La puerta se abrió. Y ahí estaban los dos. —Gracias por esperar. Por un momento creí que me quedaba sola… y sin dedos —rió, aligerando la tensión. —De nada. Pensé que era el último en salir. —No, de hecho, siempre salimos más o menos a la misma hora… pero no sé cómo le haces, ¡nunca te alcanzo! —¿En serio? —Sí. Es más, siempre había querido conversar contigo. Me pareces tan interesante... además de que, claro, compartimos el mismo horario de mierda. —¿¿Interesante yo?? —Vamos, seguro no soy la primera que te lo dice. —Pues… no sé. Digo, yo no me considero interesante, ni nada parecido. El ascensor anunció, con una luz y un leve sonido, que habían llegado a la planta baja. Era momento de salir. —Bueno, pues, joven modesto, me despido. Espero que mañana me esperes en el ascensor, ¿sí? Así bajamos juntos. ¿...

POR QUE, YO SÉ, QUE ESTÁ AHÍ