Todos aquellos sentimientos que tenía guardados para si, muy arraigados en el fondo de su ser sin saber cuándo es que iban a brotar en ocasiones parecían asomarse y ella se sentía lista para dejarlos salir. Sin embargo, algo había que no la dejaba ese sentimeitno ahí estaba, ella lo quería dejar salir y aún así, éste, no salía. Era lo mismo, esos recuerdos que la perseguían. Las nuevas esperanzas que pudieran a llegar a ser. El futuro, que se encontraba lleno de penumbra, nada claro para ella. La esperanza y la estupidez con que anhelaba que ciertas cosas sucedieran.