Tú y yo nunca nos encontraremos...

Cuando por fin encuentras aquello que buscabas —
eso que esperaste toda una vida,
eso que anhelabas con cada suspiro,
¿te da miedo?

No.
Claro que no.

Pero entonces... ¿qué es lo que sucede?
¿Por qué no puedes ser feliz?

Quizá porque, en el fondo,
ni siquiera sabes qué es la felicidad.
La has convertido en un ideal,
una meta siempre distante.
Y cuando por fin la tienes delante,
no la reconoces.

Porque la felicidad ha estado ahí.
Siempre.
Silenciosa.
Constante.

Pero el ser humano codicia más,
quiere más,
mira más allá,
se obsesiona con lo que aún no tiene
y, en esa necedad, se hunde en la amargura.

Y lo que siempre quiso,
cuando finalmente lo tiene al frente,
se convierte en otra carga,
en otra duda,
en otra insatisfacción.

Porque lo simple no le basta.
Porque su avaricia lo condena.

Entonces dime:

¿Ahora que lo tienes...?
¿Cuánto te durará?
¿Cuánto lo apreciarás...?

¿Lo aceptarás?



Comentarios

Anabel ha dicho que…
Cuánta razón llevas!
El ser humano es egoista por naturaleza y lo que amamos tener un día lo despreciamos cuando ya lo tenemos. Siempre en la búsqueda de más, y más. Por eso no somos capaces de ser felices!
Besitos!!
29 de noviembre de 2009, 4:59
R ha dicho que…
Es verdad todo lo que dices, pero ¿qué le vamos a hacer, si somos así? Es una pena que muchas veces no valoremos lo que tenemos.
Muá!
29 de noviembre de 2009, 9:33
La chica de la sonrisa azul ha dicho que…
Todo el mundo tiene miedo de esas cosas:(
un beso.
29 de noviembre de 2009, 12:11
Palm ha dicho que…
que razon tienes.. cuando conseguimos lo que queremos, solemos dejar de quererlo.
30 de noviembre de 2009, 11:26
Enrojecerse ha dicho que…
intentar empezar y esperar a no terminar jamás.
:) me ha gustado mucho tu blog, te sigo.
6 de diciembre de 2009, 8:30
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