Y despés de tanto tiempo, en algún momento, hubo cierta convergencia entre dos cuerpos, dos almas y dos entes que decidieron que tal vez, esa noche, ese día, en ese momento debían de unirse. Así lo hicieron sin saber si quiera qué esperar el uno del otro.

Ella no quería enamorarse -decía- mientras que él sólo buscaba compañía.

Ninguno sabía algo sobre el amor, quizá eso fue lo que ayudó. En la noche, larga noche, ellos conocieron algo muy parecido a eso y sin saberlo calleron rendidos a tal sentimiento.

Tal vez, quiza, al siguiente día... Ellos dos ya estén enamorados.

Comentarios

Lourdes ha dicho que…
Me gusta tu bloog, una entrada estupenda! :)
Pasate si quieres por el mio http://loquenoves-18.blogspot.com/
Te sigo, un beso!
Don Juan ha dicho que…
¡Gracias!

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