Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2012
Despertar cada mañana para darse cuenta de que la cama resulta inmensa, y que sus brazos no rodean más que una almohada. Abrir los ojos en la oscuridad, y saber que no fue más que un sueño. Octavio estaba afligido. Había tenido el sueño más hermoso de su vida. Y despertó. Esa cruel traición del amanecer. Esa línea difusa entre lo vivido y lo imaginado. Tenía esa extraña sensación que se queda flotando cuando uno abre los ojos: la idea de que quizá, solo quizá, ella estaría ahí. A su lado. Como si todo hubiese sido real. Pero no. Abrió los ojos esperando encontrarse con su mirada. Y lo único que halló fue la nada. Inspeccionó la habitación, rápido, ansioso, como quien busca aire. Buscó con la mirada a esa mujer que, segundos antes, parecía tan tangible. Tan suya. Y no había nadie. Solo él. Y el eco de lo que pudo ser. Frunció el ceño. Contuvo una lágrima que no supo si era de rabia o de tristeza. Sus manos apretadas, impotentes, delataban la frustración. Soltó un suspiro largo. Se quedó...