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Mostrando entradas de mayo, 2009
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Pensar...

Piensas tantas cosas, crees que en verdad la conoces y cuando lo haces Te sorprenden, te dicen y hacen cosas que creíste nunca serian capaces de hacer o decir ¿Como reaccionar? piensas, lo aceptas, niegas, lloras, olvidas o perdonas Finalmente te hieren, eso duele. Pero… ¿Cuál es la mejor opción? ¿Existe alguna solución? De existirla: ¿Cuál, o como se es la mejor? Debo aceptarlo o comenzar a gritar y atacar “al ser amado” Sereno, quiero (trato), de estar pero ¿Cómo? ¿Cómo puedo soportar? Fácil no es. Algo me dice – detente- pero al mismo tiempo nada me detiene ¿Qué debo hacer? Le digo, me arriesgo y… pierdo o le digo, arriesgo y la cambio ¿Cómo funciona? Estúpido amor, estúpido sentimiento. No deja descansar, solo pone a pensar, pensar, pensar Eleva la imaginación a lugares tan oscuros o tan maravillosos Maldita ilusión (sufre el corazón) expectativas, sueños y demás. Nunca dejan vivir en paz Y la alegría que se creía alcanzada de pronto (te das cuenta) esta perdida ¿Cuándo, como, por ...

Tenerte

Comienzo a soñar mi imaginación la echo a volar para saber lo que puede suceder si un beso tuyo quiero volver a tener; pero como dije comienzo a soñar y tal vez un poco más… Puedo imaginar que quizás tu amor puedo conquistar, juntos al fin poder estar… Quien sabe todo eso y mucho más…. esto es un sueño y todo puede suceder inclusive te puedo perder y dejar de soñar (porque) comienzo a despertar, poco a poco te irás, no te despedirás, porque el sol mis ojos comienza a abrir y me dice que ya no puedo sonreír porque deje de soñar, porque de nuevo no te puedo tener si no es en la oscuridad…

ENAMORADO DE TU ESPALDA

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Sueño

Cierro los ojos y fijo mi pensamiento Al cielo, lo elevo al firmamento Me alejo tanto Pero… ¿a donde he llegado? ¿Qué es esto que siento? Abro los ojos y pronto me doy cuenta que estoy en el cielo Lo se porque te veo Te miro y no lo creo Tallo mis ojos, una y otra vez Para asegurarme que no es un sueño Los tallo y no desapareces Pero es que eres tan bella ¿Dónde escondes tus alas? -Pregunto- tu solo ríes Tomas mis manos y me llevas junto a ti Te acercas a mí, susurras a mi oído Unas palabras que poco a poco comprendo Una a una, cuando terminas, lo entiendo Y comienzo a caer… Abro los ojos y aun continúo aquí, en mi cama, recostado Hago memoria y recuerdo, te recuerdo a ti, recuerdo tus palabras Dijiste: -¡despierta estas soñando!-
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Todo va tan rápido, tan acelerado Que cuando un momento se detiene, es imperceptible para el tiempo y parece eterno Solo queda en el pensamiento por que cuando acaba la vida sigue y el recuerdo es lo único que queda.

ANGELES

Existen seres, Tanto hombres como mujeres Que los otros no pueden dejar de tocar, Sea con el roce de una mano, Un cariño con el pelo O el apretón de un músculo, En fin, cualquier gesto que desahogue. Porque no tocarlos seria una locura.

SonrisA

La sonrisa, la belleza, el alma, ¿Qué es lo que inspira?

DUERME

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Ahora duerme Solo descansa No te preocupes por nada Cierra los ojos y sueña Vuela en ese mundo Se feliz! No llores más Ve! Tenlo todo de una vez Disfrútalo, por que al despertar desaparecerá Duerme. Goza la irrealidad Con los ojos cerrados el mundo se ve mejor El mundo a ojo cerrado es mejor Lo sabes! Suena, maravíllate Y ahí quédate O, de lo contrario, Al despertar, sabrás la realidad Te darás cuenta que aquello soñado Jamás será realidad Y no lo podrás tener A menos que vuelvas a dormir Quédate ahí. Dormido No despiertes jamás!

Felicidad

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Siempre queda la posibilidad que se me ocurrió anoche… Despertar con una alegría inmerecida, Encontrarme con otros y comprobar que puedo competir con ellos en ingenio y fortaleza física. De repente mi vida tiene sentido y fundamento. He alcanzado la plenitud. Éxtasis y pasión, Lo moral y lo eterno unidos en trágica e inmemorable yuxtaposición
Miro al cielo y sonrío. Porque al verlo… lo tengo todo. No hay preguntas, no hay vacíos, solo cielo, y esta sonrisa que nace sin pedir permiso.

SU BESO EN EL ESPEJO

Comenzó pintándose la boca, con ese labial que compró aquel día especial… el día en que te conoció. Al terminar, se acercó al espejo y se quedó ahí, contemplándose. ¡Vaya que era bella! Y eso no lo decía solo el reflejo. Si la hubieras conocido, sabrías que su belleza no terminaba en la piel. Por dentro, era aún más hermosa. Tenía esa luz que no se ve, pero se siente. Después de unos segundos frente a su reflejo, tomó el espejo con ambas manos… y lo besó. Con delicadeza. Como si ese beso pudiera quedarse ahí para siempre. Como único vestigio de ella. Destruyó cartas. Rompió fotografías. Quemó todo lo demás. Todo, excepto ese beso. Porque sentía que un beso decía más que cualquier palabra. Un beso es más profundo que una imagen. Un beso… permanece. Un beso puede durar toda una vida. Se posa en el aire y no se va. Queda ahí, junto con el olor, el sabor, y lo más importante: el sentimiento. Por eso, solo por eso, lo dejó. Marcado en el espejo. Silencioso. Intacto. Y así, desapareció. Y el...

Margarita

Si el corazón tuviera pétalos, como los de una margarita, se deshojarían en tu ausencia. Uno a uno caerían, sin remedio, cargados de tristeza, de silencios, de preguntas sin respuesta. Y al final, cuando ya no quedara pétalo alguno, cuando el amor ya no tuviera forma ni color… ese corazón, convertido en flor, moriría. No por falta de amor, sino por falta de ti.

Despedida

Soltó en llanto al ver que aquella mirada pícara —la misma que la enamoró años atrás— ahora se había tornado en despedida. ¿Cómo no quebrarse, después de tanto tiempo amando a alguien? Después de compartir la vida, de saberse acompañada en cada paso, de mirar siempre esos ojos que ahora, de pronto, se volvían ajenos. ¿A dónde se iba? Jamás pensó que ese día llegaría. Pero llegó. Lo supo sin palabras, solo con la forma en que él la miró por última vez. No hará preguntas. Ya no. Solo lo mirará una vez más, con detenimiento, con esa mezcla de nostalgia y anhelo que se cuela por los ojos cuando el corazón sabe que algo termina. Esperará, en silencio, que él la mire como solía hacerlo… aunque en el fondo sepa que no lo hará. Aun así, la esperanza no muere. No del todo. Por eso la guardará, intacta, en el rincón más profundo de su corazón… esperando lo que ya no vendrá.

Ella

Ella estará allí —¿Cómo? No lo sé. Quizás lejana… pero al fin y al cabo, siempre ella estará allí.

Esta Mañana

La mañana solo está nublada , no está fría como muchas otras. El sol aún está por salir y los pájaros trinan tu nombre. Vuelan y revolotean, me invitan a alzar la mirada y, con ello, a verte en el cielo. El viento comienza a soplar. No siento frío. Alguien me abraza. Eres tú. Y ya no siento frío.

Riesgos

Los riesgos son inevitables. Vivir implica tomarlos. A veces parecen pequeños —una palabra dicha, una decisión postergada, una despedida no pronunciada— y otras veces son enormes, abismales, como saltar sin saber si abajo hay red. Nos dicen que hay que arriesgar, que solo así se gana. Y es verdad… pero también es verdad que cada riesgo lleva consigo una consecuencia. Y no siempre es una buena. Tomar riesgos requiere valentía, sí, pero también conciencia. Porque hay saltos que no tienen regreso, y heridas que no se cierran solo con el paso del tiempo. Vivir es arriesgarse, pero también pensar: ¿estoy listo para lo que venga después?

La vida ya se fue

Una y otra vez suena la misma canción. Una y otra vez. Sin final. Sin pausa. Sin tregua. El corazón se acelera. El corazón se detiene. Y yo… viajo. Voy sentado, pero no lo parece. De pronto, vuelo. ¡Floto! Me despego del cuerpo. Tan sublime. Tan ligero. Tan lejos. Volar… Siempre ha sido un sueño. Y lo sé. ¡Lo sé! Sé que es un sueño. Por eso vuelo. Porque en los sueños no pesa el cuerpo ni el recuerdo. Y entonces, todo comienza a moverse más rápido. Todo a mi alrededor se acelera. Menos yo. Yo voy lento. Demasiado lento. Miro por la ventana… y el mundo es un borrón. Puntos que cruzan a mi lado sin rostro, sin forma. Pasan. Yo no. Y de pronto, ya no escucho. Todo es silencio. Todo es velocidad. La vida pasa… pero yo no. Yo estoy atascado en el tiempo. La vida avanza. Yo me quedo. ¡ZAZ! Todo vuelve. El sonido. El vértigo. ¡Ya no floto! Pero mis pies tampoco tocan el suelo. Las piernas me tiemblan. Tengo sed. Estoy de regreso, pero no soy el mismo. No vuelo. No floto. No soy ave. No ...

¡Qué demonios!

¡Y qué demonios! El silencio no dice nada. Jamás lo ha hecho. Jamás lo hará. Por eso se llama silencio. Y, aun así… en el silencio, yo escucho voces. Veo cosas que no debería ver. Escucho lo que nadie dice. Siento lo que no está. ¿Qué es lo que oigo en mi cabeza? ¿Qué son todas estas voces? ¿Por qué no se callan? ¿Se callarán algún día? No lo sé. Solo sé que ahora quisiera estar solo. De verdad solo. Pero no para huir, sino para reflexionar sobre lo que fue. Sobre lo que ya no es. Sobre lo que tal vez… jamás volverá a ser. El futuro da miedo. Y cada paso pesa más. Darlo solo, y además, dar pasos en esta oscuridad… duele. No veo. No sé hacia dónde voy. Y sin embargo, camino. Camino. Y camino. No porque sepa a dónde, sino porque sé que si me detengo, no llegaré a ningún lado. Así que muevo mis pies. Uno a uno. Paso a paso. Pero sigo sin saber hacia dónde. Y está oscuro. Y hay tanto silencio. Un silencio lleno de voces. Un silencio lleno de g...

Introduccion

No sé muy bien cómo empezar esta segunda entrada.  Supongo que, si estás aquí, debería decirte quién soy. Y también supongo que debe haber un “comienzo”, ¿cierto? Entonces aquí va: Nací un día de invierno. La Navidad ya había pasado (Santa no dejó nada, por cierto), y el Año Nuevo estaba por llegar. Sí, nací el último día del último mes del año. Nada especialmente grato… o quizá muy simbólico. A veces pienso que nací justo en el borde de algo. Me gusta la soledad… pero no sé lidiar del todo bien con ella. La valoro cuando hay música de fondo, cuando el mundo se calla y sólo quedo yo. En esos momentos, me gusta desaparecer un poco. Mirar hacia adentro. Poner pausa a todo. Pero cuando la soledad ya no es elección sino permanencia, se vuelve pesada. Incómoda. Como un silencio que empieza a gritar. La soledad, para mí, es un escondite. Entro, respiro, pienso… y después quiero salir corriendo. Escribo desde ahí. Desde esa tensión entre estar y no estar. Entre querer decirlo todo y no de...

Comenzamos

Para algunas personas, escribir un blog será como llevar un diario: un registro silencioso de sus pensamientos, una manera de capturar un instante que no quieren olvidar. Para otras, es como un sistema de redes veloces. Conoces gente al pasar, rozas sus ideas y, si hay suerte, desarrollas una relación. Un hilo invisible que une experiencias. Para mí, escribir es un poco de todo eso. Y también otra cosa: Una forma de no perderme. Una forma de no callarme. Una forma de no olvidarme. Al principio fue un secreto. Algo íntimo, reservado. Creía que era de los pocos que lo hacían… Después supe que muchísimos lo hacen, y muchos lo hacen mejor. Pero no importa. Escribo para tener un mapa. Un rastro. Una memoria emocional y digital de lo que fui y lo que soy. Escribo para no perderme a mí mismo en medio del ruido. Para construir esta… realidad aparte.